El Gobierno italiano que dirige Mario Monti ha anunciado este miércoles su intención de presentar una enmienda en el Parlamento para que la Iglesia pague también el impuesto de bienes inmuebles sobre las propiedades que utiliza con fines comerciales, del que ahora está exenta, medida que reclama una mayoría de la población italiana. Monti ha informado al «vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, su intención de presentar en la cámara una enmienda para aclarar la cuestión definitivamente», anunció el Ejecutivo en un comunicado.
En la misiva enviada a Almunia, el primer ministro italiano espera que la iniciativa «permita a la Comisión poner fin al proceso abierto en octubre de 2010» sobre sospechas de irregularidades.
La Comisión había abierto una investigación acerca de las ventajas fiscales de la Iglesia italiana en cuanto a la gestión de su enorme patrimonio inmobiliario, que incluye colegios, universidades, clínicas, geriátricos y, también, hoteles y restaurantes. En total, más de 100.000 edificios por un valor de nueve millones de euros.