En declaraciones a la BBC, Park Romney, primo del exgobernador de Massachusetts, explica por qué abandonó la fe mormona: «Hay evidencias de que los líderes de la Iglesia Mormona tergiversaron la verdad histórica de sus orígenes de forma deliberada con el propósito de engañar a sus miembros y provocar un estado de ánimo que los hace manipulables».
Mitt Romney apenas ha hablado del mormonismo durante la campaña porque sabe que le puede perjudicar. Y es que ser mormón supone renunciar al voto del 22% del electorado, según una encuesta de Gallup en junio del año pasado. Pero nueve de cada diez republicanos desconocen que Romney es mormón.
Romney donó en 2010 y 2011 4 millones de dólares a la Iglesia mormona
Romney es un fiel seguidor de la fe mormona. Fue obispo de Cambridge y de Belmont y presidió la diócesis de Boston. En la segunda mitad de los años sesenta evangelizó en Francia, cosa que los mormones hacen de jóvenes para predicar su fe. Y cada año, Romney paga religiosamente el 10% de sus ingresos a la Iglesia. Entre 2010 y 2011 donó hasta 4,1 millones de dólares por ese concepto. Pagó 6 millones en impuestos.
El padre del mormonismo es Joseph Smith, quien decía haber traducido en el «Libro del Mormón» la palabra de Dios. Un año después de publicarlo, fue perseguido y acorralado hasta ser asesinado. Sus seguidores, entre 1846 y 1847 se refugiaron en Utah donde se encuentra la base de la Iglesia. El profeta Smith tomó a unas 24 mujeres porque, hasta 1890, estaba permitida la poligamia. Y los negros no podían acceder al sacerdocio.
Muchos creen que el mormonismo es una secta. Eso ocurre con Park Romney, quien denuncia que la religión lo ha apartado de su familia. «Estoy alejado de mi familia –declaró a la BBC–. La doctrina y cultura por la que velan los obispos animan a las familias a desvincularse de los apóstatas».
El líder mormón, Jeffrey Holland, niega las acusaciones. «Si tuviera un hijo o hija que abandonara la Iglesia, puedo asegurar que no lo apartaría de la vida familiar», ha declarado. Solo un 2% de los estadounidenses (unos siete millones) se definen como mormones. La Iglesia mantiene que, desde 1985, han donado más de mil millones en ayuda por todo el mundo.