5:1Cierto día, al ver que las multitudes se reunían, Jesús subió a la ladera de la montaña y se sentó. Sus discípulos se juntaron a su alrededor,5:2y él comenzó a enseñarles.
5:3Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece.
5:4Dios bendice a los que lloran, porque serán consolados.
5:5Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra.
5:6Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
5:7Dios bendice a los compasivos, porque serán tratados con compasión.
5:8Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.
5:9Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
5:10Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el reino del cielo les pertenece.
5:11Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente acerca de ustedes y dice toda clase de cosas malas en su contra porque son mis seguidores.
5:12¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera.