Las regulaciones gubernamentales impiden estudios bíblicos , pero esta historia es aún más sorprendente y complicada que los otros casos. Miguel Salman, que vive en Phoenix, Arizona, ha sido condenado a 60 días de cárcel y a pagar una multa de 12.180 dólares y concedido tres años de libertad condicional por negarse a dejar de acoger estudios de la Biblia en su casa.
Él y su esposa han acogido en su casa a un grupo de 15 a 20 personas para compartir la comida, el compañerismo y estudiarr la Biblia. Pero, al parecer, por desgracia, ese tipo de cosas está en contra de la ley en Phoenix, Arizona.
Según informó la prensa, en una ocasión, casi una docena de policías armados allanaron su casa buscando recoger “pruebas” de sus “crímenes” y Miguel Salman fue declarado culpable de 67 “violaciones de código”, y deberá cumplir una condena en prisión durante dos meses. Además, el asistente del fiscal de la ciudad está pidiendo al tribunal que “revoque su libertad condicional y lo convierta en una condena de cárcel de 2 1/2 ya que Salman continúa llevando a cabo reuniones de adoración en su propiedad a pesar de las órdenes judiciales.”
Salman fue condenado a 60 días de cárcel, tres años de libertad condicional y recibió una multa de 12.180 dólares por “el delito”. Su esposa Suzanne habló con Fox y sus amigos para expresar su sorpresa e incredulidad ante la situación entera. Según ella, la ciudad le dijo que su marido fue detenido, esencialmente debido a que el estudio de la Biblia estaba en una casa privada .. y que, en esencia, se trata de una iglesia. Puesto que no se dividen en zonas para la iglesia, se les dijo que estaban rompiendo las reglas.
“Es un desafío a la lógica, la verdad. No lo entiendo … que algo tan pequeño se puso tan grande como esto “, dijo Suzanne. “La gente lo hace en todo los Estados Unidos todo el tiempo”.
Este tipo de caso tiene el potencial de tener un gran “efecto escalofriante” en las reuniones de hogar de todo tipo en todo Estados Unidos. Bueno, ¿qué pasa si hubiera querido celebrar pequeñas reuniones en su casa para discutir la Constitución de los EE.UU.? ¿O qué si usted quería celebrar pequeñas reuniones en su casa para jugar a las cartas o ver el fútbol?
La Constitución de los EE.UU. garantiza “el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente”, y cuando los derechos constitucionales de una persona están bajo ataque, es un ataque contra todos los ciudadanos del país.
En la América de hoy, las personas en realidad no son dueños de sus hogares y propiedades. En su lugar, sólo se les permite usarlos en formas muy, muy estrechamente definidas
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