"Gracias Señor, porque gracias a Él estamos con vida", son las palabras de agradecimiento de Ismael López Hernández, uno de los sobrevivientes del incendio registrado en la granja penal de Comayagua que dejó más de 350 muertos.
El interno recuerda los momentos de terror que vivió al observar cómo sus compañeros de las otras celdas se quemaban mientras gritaban pidiendo auxilio.
“Cuando menos acordamos [conciliamos el sueño] salió el humo negro que estaba en la bartolina [calabozo] seis, vimos que salió el humo, se pasó el fuego para la número siete y después a las otras bartolinas donde quedaron todas con fuego hasta la bartolina número diez".
"Gracias a Dios pudimos abrir el techo y después pudimos romper los candados", agradece a otros compañeros que lo ayudaron a escapar de las llamas.
"Dios fue a sacarnos de ahí, porque si no hubiéramos quedados todos calcinados. De las bartolinas no podíamos salir, estaban cerradas las bartolinas", añade el recluso.
El interno dice que es mentira la versión brindada por la Policía de que ellos mismos iniciaron el incendio, “no se sabe cómo se produjo ese fuego, cuando menos acuerda solo miramos el humo en la bartolina 6”.
López, quien se encontraba en el módulo tres, frente a los módulos donde fallecieron los más de 300 reos, asegura que cuando observaron que se inició el fuego comenzaron a despertar a sus compañeros. “El fuego fue tan tremendo que no podíamos salir de las bartolinas porque estábamos encerrados, estábamos en la celda y no mirábamos [veíamos] nada” añadió.
"Nosotros le gritábamos a los compañeros y a la policía que nos abriera el portón, que nos ayudaran, la policía como pudo nos ayudó", recordó.
Ismael López lleva 12 años recluido en la granja penal por el delito de homicidio.
El interno dice que los elementos del Cuerpo de Bomberos de Honduras llegaron cuando el fuego había consumido la mitad del centro penal.
El incendio se produjo la noche del martes, hasta el momento se contabilizan más de 350 reclusos fallecidos.
Para aclarar cómo se suscitaron los hechos la Fiscalía de los Derechos Humanos trasladó personal para que tomen las declaraciones de los sobrevivientes, sus familiares y de las autoridades penitenciarias.
La Corte Suprema de Justicia nombró un juez ejecutor para que investigue los hechos y pida una exhibición personal de los internos para evitar que se violenten sus derechos humanos.