Azotada por la crisis financiera, la Unión Europa suele compararse en los últimos tiempos con el Imperio Romano en vísperas de su caída. Sin embargo, algunos expertos opinan que la eurozona se parece mucho más a la URSS en los años 70 y 80 del siglo pasado. Hoy en día, el estado del "paciente europeo" no es mucho mejor que el del soviético en la era del estancamiento, cuando la enfermedad ya se había complicado hasta tal grado que resultaba muy difícil, por no decir imposible, tratarla, expresó en su artículo 'la UE sigue los pasos de la URSS' en la revista Odnako el periodista Mijaíl Tiurkin. El junto con otros analistas económicos destaca la crisis del modelo económico y la influencia de Washington como principales culpables.
La maldición de la deuda
El economista ruso Mijaíl Deliaguin cree que el descuido financiero junto con la desenfrenada carrera de consumo han provocado la "maldición de la deuda" en Europa. "¿Se encuentra en el calabozo de castigo? No hay problemas. Tiene que tomar otro préstamo bancario para pagar la deuda anterior y así hasta el infinito", agrega el experto, explicando que el Estado no se fijaba en la soga que tenía alrededor de su propio cuello hasta que ha llegado la crisis. En esta misma línea, según otro economista ruso, Mijaíl Jazin, el problema de la deuda para los países occidentales se agravó con la creación de la zona euro, cuando se produjo una integración entre países con cultura económica muy diferente. “Alemania se ha convertido en uno de los exportadores principales a nivel mundial, pero en el sur hay una economía que vive del turismo y de la agricultura. ¿Qué pasaba en los buenos viejos tiempos? Cuando se producía una crisis cíclica, los griegos, españoles e italianos devaluaban su moneda y el dinero recibido les ayudaba a mantener su economía”, explica Jazin. Según el economista, este tipo de pasos son ahora imposibles. “A fin de preservar un buen nivel de vida para sus ciudadanos, los países del sur de Europa tuvieron que pedir grandes préstamos a los banqueros internacionales y a los vecinos ricos del norte. Debido al tornado financiero mundial que empezó en 2008, la búsqueda de nuevos préstamos pasó a ser un problema y los países sureños, agobiado por las deudas, empezaron a hundir a toda la UE”, explica.
La mano de Washington que hunde
Mientras la Unión Europea no tiene dinero suficiente para pagar las deudas de sus miembros sureños, "la mano de Washington", como en el caso de la Unión Soviética, está hundiendo a propósito a sus competidores en el pantano de crisis, recalcó el periodista Mijaíl Tiurkin. El destaca que las autoridades monetarias de EE.UU. rebajan la calificación de la deuda en la eurozona para causar pánico en la eurozona y lograr que el capital huya a su país, donde existe una necesidad urgente para tapar los agujeros económicos y evitar efectos negativos en la víspera de las elecciones presidenciales. Eso significa que Estados Unidos está tratando de aprovecharse de sus aliados europeos de la misma manera en que, hace unos 20 años, retrasó su colapso gracias al derrumbe de la Unión Soviética, explicó el autor del artículo.
Incapacidad y divergencia de la élite
La élite europea y la soviética - matiza Mijaíl Tiurkin - han demostrado al mundo unos comportamientos similares ante la crisis, escogiendo un camino de menor resistencia y prácticas de charlas en vez medidas eficaces. En vez de pensar en cómo sacar a Europa de la crisis Bruselas prefiere hablar de la libertad y la democracia. Por su protocolo y la falta de eficacia, las cumbres de la UE son muy similares a las reuniones del Politburó [máximo órgano ejecutivo de distintos partidos políticos de la URSS], considera el autor del artículo. Asimismo, el periodista advierte que la lucha ideológica entre los conservadores y los reformadores dentro de la UE, que también era propia de la Unión Soviética durante la época de reformas conocida como 'Perestroika', aleja aún más la salida de la crisis. "No habrá eurobonos mientras yo esté viva", anunció de una manera muy gráfica y llamativa la conservadora Angela Merkel en vísperas de una cumbre. Mientras, el presidente francés, François Hollande, apoya la iniciativa. Sin embargo, dice el periodista, comprando deudas para obtener rendimientos y otros intentos de Hollande de lograr una justicia social pueden acarrear una verdadera catástrofe económica, igual que los "impulsos democráticos" del ex presidente de la URSS y ex secretario general del Comité Central de Partido Comunista soviético, Mijaíl Gorbachov, llevaron a la desintegración de la URSS.
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