El pastor de una iglesia evangélica ilegal en Seúl y su esposa han sido detenidos tras confesar que mataron a golpes a sus tres hijos para librarlos de los malos espíritus que les habían causado un resfriado, según fuentes policiales.
Según un comunicado de la Policía, los tres niños, de cinco, ocho y 10 años de edad, fueron descubiertos el pasado sábado con sus cabezas afeitadas y con sus padres arrodillados delante de ellos en el interior de una vivienda utilizada como iglesia en la aldea de Boseong, en el sur.
"La causa exacta de su muerte aún no se ha establecido, pero sospechamos que los niños fallecieron durante el periodo en que estuvieron encerrados y sometidos a golpes por parte de sus padres, ya que su sistema inmunitario era débil a causa de la enfermedad", declaró a Reuters un responsable de la Policía de Boseong.
Los medios surcoreanos han indicado que el "pastor" y su esposa dirigían una congregación con 10 feligreses y que habían encerrado a sus tres hijos -dos niños y una niña- el pasado 24 de enero después de que contrajeran un resfriado. Los medios también precisaron que el hombre había creado por su cuenta la iglesia, que no estaba registrada legalmente.
Según la Policía, el pastor y su esposa afeitaron las cabezas de los niños para expulsar a los malos espíritus y les golpeaban a cada uno con cinturones y matamoscas 39 veces por la mañana y otras 39 por la tarde. Los niños estaban maniatados. El pastor aseguró durante su confesión que había actuado "según las Escrituras", añadió la Policía.