El cofundador de Microsoft, Bill Gates, hizo una millonaria inversión para desarrollar e introducir en las escuelas el uso de pulseras que miden el interés de los alumnos en las clases. La idea genera polémica.
El dispositivo utiliza la reacción galvánica de la piel para medir los estados emocionales de sus usuarios. El aparato podría ayudar a los profesores a detectar los temas aburridos y los interesantes para sus alumnos y llevarlos a mejorar y hacer más dinámica la enseñanza.
Mediante sus sensores integrados la pulsera monitorea la transpiración, evalua las variaciones del sistema nervioso y analiza los datos en una pantalla.
La idea es parte de las obras filantrópicas de Bill Gates para mejorar el sistema educativo y financiar a los futuros profesionales.
Debate sobre la mesa
Sin embargo, esta innovación ya ha provocado diversas reacciones en las instituciones educativas, así como acaloradas discusiones en la prensa mundial.
“Honestamente no puedo entender ¿para qué gastar una enorme cantidad de dinero introduciendo dispositivos cuestionables en un momento en que muchas escuelas no tienen recursos suficientes para pagar la electricidad?”, dice el periodista Valery Strauss.
“En mi opinión, el personal docente es capaz de determinar cuando los estudiantes tienen sueño y son apáticos sin tener que recurrir al uso de la pulsera galvánica”, opina por su parte el profesor Anthony Cody.
Según el Centro Nacional de Investigación de EE. UU., además de evaluar el estado de ánimo de los estudiantes, el dispositivo controlará la asistencia de los alumnos mediante un sensor especial.
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