La preferencia de los indios por los hijos varones puede llegar a extremos dramáticos. Una niña de dos meses estuvo a punto de morir esta semana en la ciudad de Pilkhua, en el estado de Uttar Pradesh, después de que su padre y su tío intentaran quemarla viva en un ritual tántrico. De esa forma buscaban garantizarse que el próximo bebé fuera un chico y llegara al mundo con buena salud.
La niña, llamada Radhika, se salvó gracias a sus llantos. El guarda del cementerio donde iban a sacrificarla la oyó llorar y avisó a la policía, que llegó al lugar cuando la familia ya había cavado un hoyo para enterrar su cuerpo, según informa BBC.
El bebé estaba envuelto en un paño junto a algunos símbolos religiosos. Su padre confesó después a los agentes que estaba siguiendo los consejos de un gurú espiritual, según el cual la muerte de la niña serviría para conseguir que su siguiente hijo fuera un varón sano, además de darles prosperidad, informa 'Hindustan Times'.
Tanto el padre como el tío fueron arrestados. En cambio, los policías dejaron marchar a la madre para que pudiera hacerse cargo de la niña en un hospital de Meerut, cerca de Pilkhua. Allí se recupera de sus graves quemaduras.
En la última década, según BBC, se han registrado en torno a ocho millones de abortos de fetos femeninos en la India. El caso de la pequeña Radhika ha quedado registrado por la policía como un intento de asesinato y conspiración.
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