Diversos grupos de disidentes y activistas han acusado al gobierno y sus partidarios de incitar a los ataques y arrestos contra los disidentes en las zonas donde los grupos se encuentran y donde se conoce de sus protestas. Uno de los lugares es Santiago de Cuba, donde el grupo disidente de las Damas de Blanco recientemente protagonizo un capítulo.
El gobierno cubano, encabezado por el hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, niega ordenar los ataques contra la disidencia.
Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Independiente Cubana de Derechos Humanos, está convencido de que las órdenes de la violencia contra los activistas anti-gobierno han venido de los más altos funcionarios del gobierno, incluyendo al presidente Castro.
"Yo estoy seguro de que el general Raúl Castro, al menos, aprobó o dio la orden de usar la fuerza en las últimas semanas", dijo Sánchez a Reuters.
Las Damas de Blanco son un grupo de mujeres que protestan en nombre de sus familiares disidentes, muchos de los cuales se encontraban en prisión por hablar en contra del gobierno.
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Las Damas de Blanco se reunieron con el Arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, la semana pasada con el fin de pedir ayuda de la Iglesia Católica en el establecimiento de negociaciones con el gobierno cubano.
El cardenal Ortega ya ha ayudado a las Damas en 2010 por mediación de un acuerdo con el Presidente Castro para que el grupo protestara silenciosamente en la sección de Miramar todos los domingos.
Las Damas de Blanco detallaron a Reuters que eran víctimas de hostigamiento cuando intentaron protestar en otros lugares. En su nueva ubicación en Santiago de Cuba, las Damas dicen que los miembros han sido golpeados y detenidos, y también han sido gaseadas por la policía en un incidente aislado.
En marzo de 2003, varios disidentes fueron encarcelados en la represión de los activistas que el gobierno de Cuba cree son mercenarios de los EE.UU. Setenta y cinco de las Damas de Blanco fueron detenidas durante la redada.
Esto llevó a las damas para iniciar su marcha el domingo. Desde entonces, 115 presos políticos, incluidos los miembros de su familia, han sido liberados.
Sin embargo, las damas siguen protestando por la liberación de 65 presos políticos que siguen encarcelados.