La ciudad de Dallas y varias localidades cercanas del estado de Texas (EE.UU.) están siendo fumigadas con pesticidas para la erradicación de mosquitos, posibles portadores del virus de Nilo de Occidente.
La población está alarmada por el uso de sustancias químicas que podrían ser peligrosas para la salud. Este año en Texas se han registrado más de 380 casos de esta enfermedad y al menos 16 personas murieron al contraer el virus. Aunque los detalles no se han revelado, las autoridades insisten en la seriedad de la situación y señalan que son necesarias al menos tres fumigaciones diarias en el área. La sustancia química con la que se fumigan los mosquitos es conocida como el Dúo, compuesta de dos pesticidas: sumitrina y praletrina. Ambas sustancias son venenosas no solo para los mosquitos, sino que también son peligrosas para otros insectos y animales. Las pruebas han demostrado que la sumitrina afecta a los riñones y al hígado humano. Asimismo, el pesticida se asocia al cáncer de hígado y de mama. La salud de los animales domésticos expuestos al contacto con la sustancia química también corre riesgo. A su vez, la praletrina destruye el sistema endócrino humano, según lo demostró un estudio realizado en 1993. Asimismo, es peligrosa para las abejas y puede afectar seriamente los ecosistemas de las zonas fumigadas. A pesar de esto, las autoridades locales afirman que la fumigación es necesaria y no es peligrosa para la salud humana. Muchos habitantes de la zona ignoran el peligro al que están expuestos y ni siquiera se esconden bajo un techo cuando los aviones pulverizan los pesticidas sobres sus cabezas. Mientras tanto, la fumigación peligrosa se realiza también en los estados de California, Massachusetts y Pensilvania por recomendación de los Centros estadounidenses de Control y Prevención de Enfermedades salvando la vida de los humanos de un peligro y a la vez poniéndola en otro.
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