El Sol ha entrado en la fase de la superactividad que continuará durante los próximos años, advierten los expertos.
"En 2012 y los próximos años observaremos la máxima potencia de la actividad solar. Las explosiones y erupciones en el Sol se hacen cada vez más frecuentes", advierte el representante del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, Yuri Záitsev.
Peligro para la salud
“Tanto estadísticamente como clínicamente ya está comprobada la influencia de las perturbaciones y tormentas magnéticas, así como la presión atmosférica en la salud humana”, sostiene el experto, haciendo hincapié en que en primer lugar el fenómeno afectará a las personas que padecen enfermedades cardiovasculares.
De acuerdo con el científico, "las tormentas magnéticas también tienen mucha influencia en los astronautas, cuyo sistema de adaptación está sobrecargado de muchos otros factores por los vuelos que realizan".
Al mismo tiempo, de acuerdo con Záitsev, "en el cuerpo humano aún no se han encontrado un órgano o tipo de células especial que juega el papel de un receptor sensible de las perturbaciones geomagnéticas".
No obstante, el experto destaca que incluso en el periodo cuando el Sol se encuentre en su fase más activa, el bienestar de las personas sanas en general no se verá demasiado afectado.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y aproximadamente cada 11 años la actividad se intensifica y ocurren tormentas que a veces deforman e incluso atraviesan el campo magnético de la Tierra, interfiriendo a menudo en los sistemas de comunicaciones.
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