“El ministerio de Relaciones Exteriores ha tomado la decisión de romper todo contacto con esta organización”, afirmó su portavoz Yigal Palmor, quien precisó que no se lo han notificado todavía al Consejo.
Esta organización desató la ira de Israel al autorizar el jueves la puesta en marcha de la primera misión internacional independiente sobre el impacto de las colonias israelíes en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Este.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fustigó inmediatamente “la hipocresía” del Consejo de Derechos Humanos y el ministerio de Relaciones Exteriores calificó la decisión de “surrealista”.
El jefe de la diplomacia, Avigdor Lieberman, dio a entender, el domingo que Israel dejaría de cooperar con esta instancia de las Naciones Unidas.
“Este organismo hipócrita no tiene nada que ver con los derechos humanos. Su toma de partido y su falta de objetividad son evidentes, y no tenemos ninguna razón para cooperar con él”, afirmó Lieberman.
“No seremos actores en este teatro del absurdo puesto que el 70% de las decisiones de este Consejo son hostiles a Israel. Nos planteamos pedir a los países libres, como Estados Unidos, que se retiren”, añadió.
Israel no forma parte de este Consejo, pero tiene el derecho de expresarse bajo algunas condiciones. No puede votar ni presentar mociones.
Por el contrario, la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas recibió como “una victoria” la resolución del Consejo fue recibida.