Botton, recientemente tuvo una pelea con Richard Dawkins, debido a sus planes de construir un templo ateo en Londres.
Ahora se sugiere que abrirá un espacio público para la alimentación basada en el principio bíblico de la “Última Cena”, publica el diario Christian Post.
En su último libro, “La religión de los ateos”, el autor suizo sostiene que los lugares de contemplación de la comunidad son los templos, porque son uno de los muchos aspectos positivos de la religión que incluso las personas sin religión necesitan en sus vidas diarias.
Él cree que el aspecto de la comunidad es para que los extraños se junten para comer, es una idea fascinante y le inspiró construir un restaurante para este nuevo modelo de idea.
“Antiguamente”, dice Botton, “el culto (o la misa) cristiana era un lugar donde los extranjeros se reunían para compartir una comida. “En la iglesia primitiva, que se llamaba la parte del ágape (del griego, ‘amor’). En las ciudades modernas, hay una serie de lugares para comer bien, pero hay una falta casi universal de los lugares que nos ayudan a convertir a los extraños en amigos”, dijo.
“Este nuevo tipo de restaurante sería un buen lugar para conocer a los vecinos de diferentes orígenes y animarlos a aceptar lo mejor, unos a otros”.
Para el filósofo, compartir experiencias personales, mientras se come juntos trae una apertura a la vida cotidiana… capaz de ayudarnos a construir un sentido más amplio de la solidaridad y la amistad”.
“Pero por lo general sólo ocurre después de unas cuantas botellas de vino”, dice. “Es cuando la gente empieza a decir: “Es una m… mi matrimonio es horrible… No me gusta mi trabajo… No puedo soportar que mis padres… o algo similar”.
Sin embargo, “en Gran Bretaña para que esto suceda, por lo general se tienen que tomar unas 15 o más botellas de vino. En las grandes ciudades como Londres… hay personas se reunieron en bares, restaurantes, conciertos y conferencias. Sin embargo, usted puede participar en todas estas experiencias sociales y nunca decir hola a alguien más”.
“Una de las cosas que hacen todas las religiones es reunir a grupos de extraños en un área determinada y decir que hay que hablar el uno al otro”, agregó.
Aunque todavía Botton, no ha fijado fecha para construir el templo ateo o restaurante para ofrecer la “Última Cena”, dice que la sociedad secular necesita continuar tomando ventaja de la de lo que ofrece la religión.
“Creo que las religiones son útiles, complejas y demasiado inteligentes para ser simplemente abandonadas. Ellas nos sirven a todos, especialmente a los no creyentes”, concluye.