Durante el último mes, o más, un anuncio de muy mal gusto, “incluso obsceno” exponen creyentes y líderes evangélicos de la zona, ha sido mostrado ampliamente por toda la ciudad de Alcalá de Henares en carteles de tamaño grande, colocados especialmente en las marquesinas de las paradas de autobús .
Se trata de publicidad a favor de un club o ‘cabaret’ que se llama ‘The Hole’, y el cartel consiste en la imagen de una mujer casi desnuda, eso sí, cubierta de tatuajes, y en una postura muy provocativa.
En una nota de prensa expresan que “nos extraña que, en un país donde se reclama con tanta fuerza el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo (en cuanto al aborto, por ejemplo), se tolere en nuestras calles imágenes de esta clase, en las cuales la mujer se presenta como un objeto sexual . Si esta es la imagen que la sociedad proyecta de la mujer, no es de extrañar que se han disparado las incidencias de violencia de género, incitadas por motivos sexuales”.
Firman esta nota Francisco Revert , pastor de la Iglesia Evangélica Bautista ‘Jesús Vive’, Noel Sparks , pastor de la Iglesia Evangélica Bautista Libre, Richard Brown , pastor del Centro Cristiana Evangélico en El Ensanche, Blanca Duarte Pino , profesora de ERE, Torres de la Alameda, Francisca Alcañiz, Magorzate Adamiec, Sergio Martín Duarte, Alison Barrett, y Auria Rincón , todos residentes en Alcalá de Henares y que aseguran representar el sentir general no sólo de los creyentes evangélicos de la ciudad, sino también de muchos conciudadanos.
Lo que ha hecho finalmente que asuman la responsabilidad de denunciar, explican, es que todos estos anuncios han sido expuestos en lugares a la vista de niños y adolescentes que prácticamente “tienen que mirar a otro lado para no verlos. ¿Qué actitudes hacia la mujer queremos inculcar en nuestros hijos si estamos poniendo delante de sus ojos imágenes que sólo degradan a la mujer? ¿Qué daño psicológico estamos haciéndoles?” explican.
Por todo ello, escriben, se sienten “ofendidos e indignados ante una campaña publicitaria tan repugnante; nos sentimos indignados que los intereses comerciales de la industria pornográfica de unos cuantos prevalezcan sobre el buen sentir de los demás; estamos indignados ante una sociedad en la cual parece que nadie se molesta por estas cosas, sino que las tolera. ¿Es que nos hemos vuelto insensibles?”.