Creyentes muy fervientes del Islam en Mogadiscio, Somalia, decapitaron a un joven cristiano, Zakaria Hussein Omar, de 26 años de edad, el mes pasado.
El joven dejo el Islam, se convirtió al cristianismo, delito que está castigado en todo el mundo musulmán, en los más “tolerantes” con la cárcel, y en aquellos que aplican el Shari´a, como Alá manda, con la pena de muerte.
La organización Al Shabaab ha prohibido que las organizaciones cristianas humanitarias ayuden a los necesitados del país, y a los ex musulmanes que “detecta” les aplica las leyes que el mismo Muhammad dictó y empleó, la decapitación.
Omar se convirtió al cristianismo hace siete años durante su estancia en Etiopia, regresó a Somalia en 2008, completó su educación universitaria en el año 2009 licenciándose en Contabilidad. A Omar le sobreviven su esposa, sus padres, un hermano y cuatro hermanas.
En septiembre pasado, los devotos del Islam decapitaron a un joven cristiano de 17 años de edad, por el mismo “delito”, convertirse al cristianismo.
A principios del mes de febrero, otro cristiano fue decapitado en las afueras de la ciudad somalí de Hudur.
Somalia está sometida a una guerra entre el gobierno presidido por el “moderado” jeque Sharif Sheik Ahmed y el grupo islamista Al Shabaab. No sólo este grupo de fieles musulmanes decapita a los conversos al cristianismo, también el gobierno “moderado” aplica el Shari´a y condena a muerte a aquellos que abandonan el Islam