Un nuevo informe de Gallup sugiere que las personas muy religiosas tienen una clasificación de bienestar más alto que aquellos que son moderadamente religiosos o no religiosos. El informe más reciente de la Gallup “Bienestar” (Wellbeing), encuentra que las personas muy religiosas tienen el mayor nivel de bienestar, incluso después de numerosas variables demográficas y geográficas que fueron controladas.
Los investigadores tomaron en cuenta la edad, sexo, estatus socio-económico, y donde la persona vivía. También el factor de las variables del estado civil y si el individuo tenía hijos.
A la luz de estas variables controladas, personas muy religiosas obtuvieron el puntaje más alto de índice de bienestar del 69,2, mientras que las personas moderadamente religiosos anotó un 63,7 y las personas no religiosas cayó en el medio del rango de bienestar con un 65,3.
Los investigadores realizaron entrevistas telefónicas a 676.000 desde enero del 2010 a diciembre del 2011, llamando a todos los 50 estados, así como Washington DC.
A cada participante se le hizo dos preguntas, dirigida a tres grupos: las personas muy religiosas, las personas moderadamente religiosas y personas no religiosas, publica el diario inglés Christian Today.
Las personas muy religiosas, comprenden el 41 por ciento de la población adulta, fueron definidos como aquellos que dicen que “la religión es una parte importante de la vida cotidiana relacionada con la iglesia, sinagoga o mezquita.
Las personas moderadamente religiosas forman un 28,3 por ciento de los encuestados, y el 30,7 por ciento dijo que eran no-religiosos.
El estudio es parte de una serie de varias partes que compara el bienestar total de las personas religiosas y no religiosas en los Estados Unidos.
Estudios previos de la serie, han informado que las personas muy religiosas en general tienen una mejor salud emocional y salud física.
El estudio no identificó una razón precisa por qué la gente altamente religiosos exhibe el más alto nivel de bienestar. Se sugiere que tal vez sea la red social que acompaña a una congregación religiosa, la cantidad de tiempo dedicado a la meditación, la fe en un poder superior, y los mecanismos religiosos para hacerle frente a la preocupación y la pérdida. También hacerle frente a reducir el estrés y promover la felicidad.