MSF ha publicado Dadaab: vuelta al punto de partida, en el que hace un balance de la situación humanitaria actual y de los retos que supone trabajar en Daddab, el mayor campo de refugiados del mundo. El informe también hace una revisión de la respuesta de emergencia provista por MSF durante 2011.
“Queremos continuar trabajando en Dadaab, dado que la situación humanitaria es extremadamente grave; sin embargo, la inseguridad en la zona no nos permite desplegar una respuesta adecuada a las necesidades”, afirma Laurent Ligozat, subdirector de Operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Ginebra. “Por el momento, nos hemos centrado en la atención médica de urgencia. Estamos preparados para ampliar nuestras actividades tan pronto como las condiciones lo permitan”.
Desde que MSF regresó a Dadaab a principios de 2009 para hacerse cargo de la atención sanitaria en el campo de Dagahaley, la organización ha denunciado en repetidas ocasiones la desesperada situación de los refugiados somalíes en Kenia y su necesidad de ayuda humanitaria, protección y trato digno. Con este informe, MSF quiere dar de nuevo la voz de alarma.
“Los refugiados necesitan asistencia y protección; su vida es más difícil cada día. Su salud puede deteriorarse rápidamente, mientras la inseguridad en los campos impide a las agencias de ayuda humanitaria prestar una asistencia efectiva y continuada”, explica la doctora Mónica Rull, responsable de los programas en Kenia y Somalia.
Los refugiados en Dadaab –y aquellos que siguen llegando a la zona– necesitan más que nunca el apoyo continuado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), del Gobierno de Kenia y de las agencias humanitarias para lograr sobrevivir. Es responsabilidad de las autoridades el encontrar soluciones que reviertan la problemática actual que supone que los refugiados somalíes sean los que estén pagando las consecuencias de un conflicto del que intentan huir y se conviertan en víctimas del sistema que precisamente pretende atenderles. La prioridad debería seguir siendo la inmediata provisión de asistencia y protección a los cientos de miles de refugiados de estos campos.