De momento sí, pero la tendencia podría cambiar muy pronto. Varios estudios indican que el número de matrimonios ha caído drásticamente en Estados Unidos, donde solo el 51% de las personas viven en pareja. Y todo apunta a que, muy pronto, la cantidad de estadounidenses que viven solos va a sobrepasar la de aquellos que viven en pareja.
Aunque a nivel social esto puede tener implicaciones que preocupan a los expertos, en lo que respecta a la salud el cambio no parece que vaya a tener consecuencias negativas. Según un reciente estudio de la Universidad Estatal de Michigan (EEUU) publicado en el Journal of Health and Social Behavior, los solteros tienden a adquirir cada vez hábitos de vida más favorables que les acercan al estado de salud de los que han pasado por la vicaría (los más sanos, de momento). Los que gozan de peor salud son los separados o divorciados, ya que el estrés derivado de una ruptura no siempre amistosa provoca daños en el organismo. Los solteros son los que más ejercicio físico hacen, según un estudio de la Universidad de Loughborough (Reino Unido); mientras que el 70% de los casados no practica ningún deporte. Eso sí, los solteros deben saber que, normalmente, morirán siendo algo más jóvenes, aproximadamente una década antes que sus amigos casados, según revelaba hace poco un estudio publicado en la revista American Journal of Epidemiology.
En cuanto a la relación entre la felicidad y el estado civil, hace unos años que Shane Worner, de la Universidad Nacional Australiana, concluyó que las personas casadas son más felices que las que viven solas. Finalmente, un estudio de la Universidad Estatal de Michigan publicado en la revista Archives of General Psychiatry concluía que los hombres casados son menos agresivos y tienen menos tendencia a incumplir las leyes.