LA IGLESIA TIENE QUE TOMAR LA CALLE


Con la jornada socio-comunitaria que desarrolló recientemente la Fundación Vía de Escape, sus principales voceros se comprometieron a seguir trabajando para tenderle una mano y rescatar a las personas de la calle, con miras a que las incidencias delictivas, el ocio y los vicios más comunes ya no formen parte de la cotidianidad en Monagas.


El pastor Elías Samra habla por toda la fundación cuando dice que “creo que hemos hecho una gran labor ahora que el Centro de Rehabilitación Vía de Escape acaba de cumplir 10 años, por donde han pasado unas seis mil personas que algunas vez sacamos de la calle y buena parte de ellas ya están no solamente recuperadas sino redimidas y en las manos del Señor”.

Samra asegura que el trabajo social logró un poco más del 70 % de efectividad en estas personas que en su momento se entregaron a la perdición y al autoabandono, pero con la palabra de Dios, ese porcentaje lo constituye un contingente de personas “que ya tienen sus industrias; unos son zapateros, otros son panaderos, albañiles y así sucesivamente y por la gracia de Dios, ya forman parte del aparato productivo de la región monaguense, por eso es que estamos convencidos de que el trabajo social va a reducir los índices de criminalidad”.

Este anuncio se dio a conocer en la jornada comunitaria que tuvo lugar en la redoma de la UDO en Los Guaritos, donde diversas instituciones del Estado se sumaron a la intención de Vía de Escape, de hacer de los espacios públicos el lugar propicio para llevar la palabra de fe y salvación pero también para realizar el trabajo institucional que en términos prácticos, lleve soluciones a las familias. Por ello realizaron una jornada conjunta de cedulación, licencia de conducir, RIF y otra entrega de documentos, así como un proceso de evangelización continuo durante una semana que de seguro ha de repetirse.

“Esto lo hicimos sin dinero, sino con la colaboración de los organismos y de nuestros propios hermanos; sabemos que es muy pequeño pero Dios proveerá y haremos más grandes cosas y ojalá que se nos sumen más líderes e iglesia del Señor”. Jornada similar fue realizada el año pasado por la iglesia Última Llamada en Brisas del Orinico, con lo que refuerza la idea del pastor Samra de que “la iglesia debe estar en la calle, derribar sus muros y extender el llamado a ser nuevas criaturas en nombre del Señor y por el bien de la comunidad”.
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