Para el pastor juvenil, Júnior Ribamar, del Ministerio Avivamiento de Dios (MADE), de Manaos, Brasil, hay un Dios increíble que cada día anhela la unión de Su pueblo, transformar las naciones y que Su palabra llegue a cada lugar del mundo, “esa es la parte que le corresponde al pueblo de Dios, pero antes necesita la unión de un solo pueblo”.
Ribamar, invitado junto a su padre José Ribamar, por el Centro Cristiano Internacional Sinaí en Maturín, compartió una palabra de bendición a la referida congregación, en el tradicional servicio especial de “Restauración y Unción”, que se ofrece todos los miércoles.
Los Ribamar están al frente de un importante ministerio apostólico en Brasil que a su vez está bajo la cobertura del apóstol René Terranova, con unos 200 mil miembros. “Dios ha puesto en nuestro corazón Servirle con pasión y queremos que ese sentimiento se desborde en las demás congregaciones del continente”, dice este joven.
-¿Qué proyectos tienen para este año?
-Para este nuevo año tenemos varios proyectos en mente, en el nombre de Jesús, uno de ellos sería abrir una nueva iglesia en Rio de Janeiro, estamos en eso, que sea Dios quien dirija y abra puertas, pero creyendo que Él hará.
Aparte, estamos organizando un congreso juvenil aquí en Venezuela, con todas aquellas iglesias que estén dispuestas a participar.
-¿Cuanto tiene fundada la iglesia?
-Para la gloria de Dios tenemos 30 años de fundada, ha sido un logro maravilloso durante todos estos años, hemos visto cuánto Dios se ha glorificado, nos ha sustentado, nos ha fortalecido y más aún cuanto trayendo muchas bendiciones a nuestras vidas.
-¿Cuales han sido sus logros?
-Nuestros logros han sido tremendamente bendecidos, cuanto Dios ha traído un gran avivamiento a nuestra nación, lideres con llamado, comprometidos a trabajar para la obra de Dios.
También hemos logrado fortalecer y formar otras bases en distintas partes de Manaus, donde líderes están al frente llevando las buenas nuevas de salvación.
-¿Cual es el objetivo de venir a Venezuela?
-Venir a Venezuela ha sido para nosotros un gran privilegio de Dios, ya que desde mucho tiempo hemos clamado por la unidad de toda nación y más por Venezuela que la tenemos al lado en el continente.
Nuestro objetivo, o mejor dicho; el del Señor, es fortalecer nuestra unidad como pueblo de Dios, es alcanzar la meta de ser uno, como la palabra lo dice, y apoyarnos como hermanos que somos.
-¿Cuál ha sido el momento más emotivo al venir a Venezuela?
-Precisamente, vivir momentos emotivos han sido muchos. En que hemos visto la gloria de Dios, uno de ellos ha sido cuando venimos a Venezuela cada 3 meses apoyar a muchos ministros de Dios en los encuentros, ver como Dios obra en sus vidas es maravilloso, y observar el cambio cuando volvemos nuevamente nos hace sentir parte de ello.