LA VERDADERA "MANO DE DIOS"

Ahora es un exgángster, pero en sus peores épocas, Mark Rowan (hoy llamado “reverendo” Mark) tenía bien ganado dicho mote. Manipulaba drogas, se metía en peleas y robaba a diario. Estuvo 17 años entrando y saliendo de prisión constantemente.
Según dijo, un día fue a robar a una iglesia y encontró la luz. Estaba pronto a saquear el plomo del techo y lo tocó la vara del Señor. Allí, como por arte de magia, decidió cambiar su vida de criminal por el sacerdocio.
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