El Papa Benedicto XVI advirtió hoy que existe la tentación en el hombre de remover a Dios de su vida, pretendiendo que puede solucionar sus problemas y afrontar las dificultades dejando de lado la fe.
El pontífice hizo estas consideraciones durante su mensaje dominical con motivo del rezo del Angelus, pronunciado desde la ventana de su apartamento privado y ante varias miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
'La tentación de remover a Dios, de poner orden por sí solos en uno y en el mundo contando únicamente con las propias capacidades, está siempre presente en la historia del hombre', indicó.
El líder católico centró su atención en el pasaje bíblico en el cual Cristo pasa 40 días en el desierto y es tentado por el demonio con comida, poder y riquezas.
Esa lectura de la Biblia ha inspirado el tiempo de Cuaresma, justamente los 40 días antes de la celebración de la Pascua católica, periodo que comenzó a vivirse el miércoles último.
Según Joseph Ratzinger, el desierto referido en dicho texto puede indicar el estado de abandono y de soledad, un lugar de la debilidad del hombre donde no existen apoyos y seguridades, donde la tentación se puede hacer fuerte.
Señaló que el hombre no está jamás exento del todo de la tentación mientras vive, pero es con la paciencia y con la verdadera humildad que uno se puede volver más fuerte que cualquier enemigo.
'La paciencia y la humildad de seguir cada día al señor, aprendiendo a construir nuestra vida no al exterior de él o como si no existiese, sino en él y con él, porque es la fuente de la verdadera vida', afirmó.
'El tiempo de Cuaresma es el momento propicio para renovar y hacer más fuerte nuestra relación con Dios, a través de la oración, los gestos de penitencia, las obras de caridad fraterna', apuntó.