El presidente paraguayo, Fernando Lugo, recorre hoy zonas del occidental Chaco que sufre serias inundaciones a causa de las fuertes lluvias y el desbordamiento de ríos.
El mandatario llegó temprano a la base de operaciones del Sistema Nacional de Emergencias, situado en una instalación militar del departamento de Presidente Hayes, desde donde parten los grupos de auxilio para atender a unas 20 localidades campesinas e indígenas aisladas por el mal tiempo.
Las últimas estadísticas oficiales divulgadas señalaron que se encuentran afectadas unas 23 mil familias residentes allí, una parte de las cuales se abastece por vías marítimas y aéreas, estas últimas utilizando helicópteros de las fuerzas armadas. Por otra parte, brigadas del Cuerpo de Ingenieros del Ejército continuaron dinamitando diques y represas construidas ilegalmente por grandes estancieros y ganaderos para beneficiar sus propiedades a costa de desviar el cauce de varios ríos, lo cual incrementó las inundaciones.
Según informó el Sistema de Emergencia, continúan desbordados en distintos puntos de su recorrido los ríos Pilcomayo, Montelindo, Verde y Negro, por lo cual se presta especial atención a la destrucción de los ilegales obstáculos cerca de esas vías fluviales.
Los militares fueron autorizados por el propio Lugo a realizar la labor mencionada, después que jueces y fiscales públicos determinaron su ingreso a las propiedades privadas situadas en buena parte del Chaco.
Los poderosos propietarios se encuentran enfrentados a la intervención del Instituto de la Tierra, que los acusa, en muchos casos, de gozar de derechos, mediante la expedición de títulos de propiedad falsos, gracias a funcionarios corruptos de pasadas administraciones.
Varios miles de familias campesinas sin tierras establecieron campamentos con el uso de carpas en el área como forma de protesta contra quienes, señalan, mantienen en su poder, en forma ilegal, terrenos pertenecientes al Estado e impiden su entrega a los que aspiran a trabajarlos.
Prensa Latina