Una secta se propone a legalizar la poligamia en Chile


Aparecieron hace algunos días y para varios lectores no pasaron inadvertidos: dos anuncios en las páginas nacionales de un medio de comunicación. El primero —pequeño, pero de grandes letras— sólo decía “Jesucristo, Hijo Ahman”. El segundo —más grande en tamaño, pero con letras pequeñas— dejaba constancia de la que supuestamente sería la “voluntad de Jesucristo”.
Entre aquellos deseos se podía leer que “ahora todos los pueblos de la Tierra conozcan mi santa voluntad (…) Arrepiéntanse, llénense ahora de humildad, todos los pueblos se humillarán completamente a medida que envío juicios completos”. El inserto está firmado por dos personas: Vaughan E. Taylor y Nathan C. Jessop, patriarca y consejero —respectivamente— de un movimiento religioso que estaría evaluando echar raíces en Chile.

Se trata de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuya sede está en la ciudad de Hildale (Utah, en Estados Unidos)… y que no debe ser confundida con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos integrantes son conocidos como “mormones”.

Prontuario muy poco “santo”

En el inserto que publicaron en la prensa ofrecen la posibilidad de comprar (vía correo tradicional) los textos que incluyen las profecías que los inspiran. Se trata, según fuentes que han monitoreado el tema, de un “tanteo de terreno” para estudiar la posibilidad de instalarse en el país sureño, en caso de tener una buena acogida.

Lo que no cuentan los anuncios en los diarios chilenos, sin embargo, es que el grupo detrás de esta suerte de secta encierra varias sorpresas. Con cientos de fieles, supuestamente más de 10 mil, los miembros de esta secta practican la poligamia y su fundador cuenta con un prontuario muy poco “santo”.

Los principios y valores en los que se basa la iglesia son “una relevación del señor Jesucristo dada a Warren S. Jeffs”. El aludido es el histórico patriarca de esta secta, quien posee un oscuro pasado.

Jeffs fue condenado en agosto del año pasado por un tribunal de Texas a cadena perpetua por violación de una niña de 14 años y a otros 20 años por el intento de violación de otra joven de 17 años, a quienes quiso convertir, según su propia terminología, en “esposas espirituales”.

También fue declarado culpable como cómplice de la violación de una adolescente a la que obligó a casarse con su primo de 19 años en 2001, estuvo 2 años prófugo y durante ese lapso apareció en la lista de los 10 criminales más buscados por el FBI.

A ello, se suma que otros 18 miembros de la misma secta fueron condenados a penas de cárcel de entre 6 y 75 años, por violación y bigamia, además de ser acusados en reiteradas ocasiones de practicar incesto.

Jeffs construyó en 2005 una suerte de “rancho” que, según decía a sus seguidores, era “el paraíso” del que las mujeres y los niños no podían salir por tratarse de “una burbuja de fe en la que se cumplían los designios de Dios”, a través de sus enseñanzas. Allí vivieron durante cuatro años unos 400 niños que fueron criados por la iglesia: sus familias los entregaban creyendo que así vivirían “lejos de satán y de sus tentaciones”. Todo acabó cuando la policía allanó el lugar y los liberó.

Segpres: “Libertad de culto”

Consultados por “La Segunda”, en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia de Chile, encargado de llevar las relaciones con los diferentes credos, declinaron comentar la supuesta llegada de este movimiento, argumentando que “en Chile hay libertad de culto, siempre y cuando se respete el orden público, la moral y las buenas costumbres”.

Se intentó además, comunicarse con los representantes de la iglesia mediante correos electrónicos, pero no se obtuvo respuesta alguna.